La Paz, 25 de julio (RC).- “La disparada del flete marítimo inviabiliza la importación de materiales de construcción de poco valor, principalmente de China. Tenemos stock para importar desde país, pero esperaremos que bajen los costos navieros para ejecutar la operación. Pagábamos $us 700 por un contenedor, ahora vale $us 7.500. Hoy solo se puede internar cosas de bajo valor, como grifería, porque un contenedor trae más de $us 100.000 y no incide mucho en el flete. Importar revestimiento, porcelanato y sanitarios no justifica porque el flete incide en el valor del producto y sale más competitivo importar del Mercosur para atender el mercado nacional”. Así, el director de Materiales de Construcción (Matimport), Fernando Tuma, reflejó la complicada realidad que afrontan las empresas bolivianas para importar bienes debido al alza del flete para la carga contenerizada.
En ese contexto, Tuma cree que es importante que la actual administración del Gobierno central lleve adelante la sociedad mixta (público-privada) para desarrollar Puerto Busch, que vinculará al país con el Atlántico y reducir los costos logísticos y que, además, asegura disponibilidad de barcos de carga.
Stefan Postey, gerente de retail de Multicenter, afirmó que el flete marítimo de un contenedor de China a Iquique -puerto de descarga- pasó de $us 2.000 a 10.000. Hizo notar que los costos no presupuestados hacen que la operación se dificulte porque repercute en los precios de venta. Además del alza del costo del servicio naviero -dice- que se registra una escasez impresionante de contenedores, que provoca una demora en la llegada de carga por varios meses y que también incide en el quiebre de stock de mercadería.
En la actualidad, el comercio global transita por una ‘tormenta portuaria perfecta’. A los altos costos del flete se suma la escasez de contenedores, los cambios repentinos de rutas de las navieras debido a las restricciones de algunos puertos por el Covid y el aumento del tiempo de tránsito de la carga.
Según la Federación Internacional de Asociaciones de Agentes de Carga (Fiata), el flete de un contenedor de 40 pies de China a Latinoamérica cuesta de $us 11.000 a 12.000, mientras que a EEUU sale $us 15.000, cuando en 2020 estaba en un rango de $us 2.000.
A juzgar por el presidente de la Cámara Nacional de Despachantes de Aduanas (CNDA), Antonio Rocha, la excesiva concentración del poder del mercado en el transporte marítimo tiene al mundo sometido a los más caros fletes de transporte marítimo en décadas, con elevaciones sin sentido de más del 500% y una carencia de contenedores sin justificación, considerando que el comercio global se ha reducido en 2020.
El gerente técnico de la Cámara de Exportadores de Santa Cruz (Cadex), Rafael Riva, explica que los altos volúmenes de importación de EEUU, en su mayoría procedentes de Asia, durante los cierres y cuarentenas inducidos por el Covid, han obligado a los armadores a dar prioridad a la capacidad de transporte para esas rutas, dejando menos buques disponibles para cumplir los itinerarios con destino y origen Sudamérica.
Relievó que el valor de enviar un contenedor de mercancía desde China al resto del mundo a través de las rutas comerciales más comunes se ha incrementado desde el 31 de julio de 2020 hasta el 25 de junio de 2021. En menos de 11 meses, el envío del contenedor estándar de 20 pies, el más común en el comercio internacional, pasó de $us 1.200 a $us 3.800, lo que supone un incremento del 243% y en algunos casos el repunte es mayor.
Referente a los costos de los fletes -advierte- que se incrementaron hasta cinco veces, comparado con los niveles prepandemia. “Esto afecta negativamente la competitividad de las exportaciones y ya se vienen trasladando estos incrementos en los precios de las importaciones”, subrayó Olguín
El Deber