La Paz, 05 de junio (RC). – El pasado martes, más de 120.000 ciudadanos Checos se reunieron en Praga para exigir la renuncia del Primer Ministro de la República Checa, Andrej Babis, el segundo hombre más rico del país, bajo las acusaciones de haber recibido un subsidio de 2 millones de euros de la UE para su empresa Agrofert.
El movimiento anti-Babis recibió un mayor impulso debido a una filtración de los hallazgos preliminares de la auditoría realizada por la Comisión Europea que determinó que Agrofert, un imperio empresarial construido por Babis y que abarca empresas de productos químicos, procesamiento de alimentos, agricultura y medios de comunicación, no debería haber tenido acceso a la UE.
La Comisión Europea concluye en una investigación que Babis incurrió en conflicto de intereses por las ramificaciones de su imperio empresarial mientras ejercía como ministro de Finanzas y posteriormente, primer ministro del país, según un informe publicado por el periódico checo Hospodarske Noviny.
El fiscal general de la república Checa, Pavel Zeman, está analizando si hay base legal para abrir una investigación formal contra el primer ministro.
Por quinta semana consecutiva, los checos piden no solo la dimisión de Babis, sino también la recién elegida nueva ministra de Justicia, Marie Benesova, porque consideran que está íntimamente vinculada con los círculos del poder y que su elección por parte de Babis no garantiza la independencia judicial.